Una cabina para viajar
"Madera,
lo que parece ser una puerta, solo madera, textura. Y en el centro hay un
cristal enmarcado, por la madera claro. Al otro lado una mujer, de espaldas.
Sobre el marco hay un 2, metálico, atornillado, presidiendo la fotografía. Alrededor
del marco puede apreciarse el barniz mal pintado. Tras el cristal; la mujer.
Viste ropas típicas africanas, no sabría decir de qué zona. Rosa, lo que mis
conocimientos sobre costura me cuentan es que las formas y dibujos de la ropa
son de punto de cruz. Con el mismo tipo de tela luce un pañuelo sobre la
cabeza, y en la oreja un gran pendiente dorado. A través del cristal solo se
puede apreciar la mitad de su espalda y cabeza, solo su oreja, su mano y el
teléfono que sostiene. Precisamente el teléfono es la clave de esta imagen. Nos
da la pista de que se trata de una cabina de algún locutorio perdido entre las
calles de la ciudad. Tras observar todos los detalles aparece ante mis ojos el
reflejo. El cristal refleja luces de lo que parece ser un escaparate. Si, es
una cabina de algún locutorio.
Muchas
pistas sobre lo que hace, pero no sabemos nada. ¿Con quien está hablando, que
se dicen? ¿Está llorando, riendo? ¿Siente nostalgia? O quizá es su cumpleaños,
o el de su hermano. Sobre esta foto hay un puente invisible que lleva a algún
lugar de África. Y ese lugar es único y misterioso, La mirada de la mujer no
escapa del pequeño habitáculo, pero llega a miles de kilómetros, ella está
viendo otro lugar, amable, confortable, familiar, seguro, lejano. Quizá se
sienta en casa cuando se encierra junto al teléfono, quizá cuando sale regresa
a lo ajeno.
¿A
donde llegarán los ojos y el corazón de esta mujer de rosa? ¿Te aventurarías a
contarnos cómo es ese lugar confortable y lejano?"
Una
cábala más para remover tus maquinaciones. Curro.